E/The Environmental Magazine

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EARTHTALK EN ESPAÑOL

Semena del 10/12/2006

 

Querido DiálogoEcológico: Estoy un poco preocupada acerca de los rumores que se va a usar hidrógeno como combustible. ¿No fue el hidrógeno el que causó la explosión del dirigible Hindenburg en los años 1930?

-- Doug, via email

La explosión del dirigible Hindenburg en Lakehurst, Nueva Jersey en 1937 mató a 36 personas y fue uno de los peores accidentes aéreos del período, pero el hidrógeno probablemente no fue el culpable. Addison Bain, un investigador con la Dirección Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA), analizó la catastrofe del Hindenburg en 1997. Bain concluyó que, a pesar de que el Hindenburg usaba hidrógeno para su flotabilidad, la causa del accidente fue en realidad una carga electrostática que encendió la altamente inflamable cubierta impermeable del zepelín, hecha a base de una mezcla de laca y pinturas metálicas que Bain comparó con combistible de cohetería.

Otros aducen que una chispa encendió el hidrógeno que se escapaba de la nave. Pero los testigos describieron un fuego muy colorido, mientras que el hidrógeno se consume casi sin llama visible. Pero sea o no cierto que el hidrógeno causó o sencillamente contribuyó al siniestro resultante, la verdad es que este elemento puede explotar en llamas cuando entra en contacto con fuego u otra fuente de ignición.

Pero la gasolina, fácilmente el combustible de automóvil más común en el mundo, es mucho más inflamable que el hidrógeno. Según el proponente del hidrógeno Daniel Emmett de la Energy Independence Now, el hidrógeno es 14 veces más liviano que el aire y cuando se incendia se dispersa y extingue rápidamente. La gasolina, por otro lado, es mucho más pesada que el aire y sigue siendo inflamable por mucho más tiempo. Mucha gente no se da cuenta, añade Emmet, que el hidrógeno ha sido utilizado en forma segura por décadas en muchas aplicaciones industriales y aeroespaciales.

Además de ser menos inflamable que la gasolina, el hidrógeno ofrece muchas otras ventajas. Para empezar, no es tóxico, lo que no se puede decir de ningún producto derivado del petróleo. Por otro lado, el procesamiento (no la combustión) del hidrógeno en pilas de combustible no emite contaminantes peligrosos, sino agua potable pura y calor que pueden capturarse para otros usos. En contraste con esto, la combustión de gasolina y otros carburantes automovilísticos conducen—entre otros—a la lluvia ácida, el smog, el calentamiento global, y otros problemas ambientales.

A pesar de sus beneficios, la adopción del hidrógeno como combustible vehicular no aparece todavía estar a mano. La técnicas para producir, almacenar y transportar el hidrógeno tienen que normalizarse, y los costos deben reducirse dramáticamente. Algunos partidarios del hidrógeno ven un futuro donde el hidrógeno para los autos podrá obtenerse en las estaciones de servicio, como se da ahora con la gasolina; otros envisionan un futuro en que la gente rellenará sus tanques en la casa con aparatos capaces de producir hidrógeno a base de electricidad o, más tarde, usando energía solar.

En 2003 el gobierno de Bush asignó 1200 millones de dólares a una iniciativa de hidrógeno para “dar marcha atrás a la creciente dependencia de los Estados Unidos del petróleo extranjero, y acelerar la comercialización de pilas de combustible a base de hidrógeno para impulsar automóviles, camiones, casas y negocios sin contaminación o gases de invernadero”. Bajo esta iniciativa, declara la Hoja de Información Sobre la Economía de Hidrógeno de la Casa Blanca, “el primer coche manejado por un niño nacido hoy podría ser impulsado por pilas de combustible”.

CONTACTOS: National Hydrogen Association News; Energy Independence Now; White House “Hydrogen Economy Fact Sheet."


Querido DiálogoEcológico: Soy una peluquera (estilista) y he estado reflexionando recientemente acerca del efecto sobre la salud y el ambiente de los productos estilizadores que uso todos los días en mis clientes.

-- Misty Rohrbaugh, Asheville, NC

Millones de personas alrededor del mundo usan champús, suavizantes de pelo y tinturas de cabello en forma regular sin ningún daño discernible. Pero estudios recientes han ligado a algunos de los ingredientes en estos productos a diversos problemas de salud humanos, de modo que los profesionales de la peluquería, salones de belleza y consumidores deberían conocer sus opciones.

Los champús y suavizantes de pelo tradicionales, los productos para el cabello más frecuentemente usados, contienen un detergente sintético llamado Sulfato Laurico Sódico (SLS), el que genera una espuma jabonosa copiosa. Pero el SLS puede secar el cuero cabelludo, eliminando los lípidos protectores de la piel. También puede causar daño a los folículos, caída de pelo, irritación de ojos y piel, y reacciones alérgicas como sarpullidos y urticarias.

Otras sustancias químicas problemáticas en la mayoría de los champús convencionales son los parabenes—algunas veces listeados como metilparaben, propilparaben, etilparaben o butilparaben—que se añaden como preservativos para prevenir el moho. Morris Shriftman, Vice President de Avalon Organics, dice que estas sustancias son peligrosas porque se acumulan en la sangre donde pueden imitar hormonas que ocurren naturalmente como el estrógeno, y desbaratar así la función endocrina humana. Los parabenes son también un tópico de interés para los cancerológos, los que informan que se han encontrado con estas sustancias en células de cáncer del seno.

Felizmente, varios fabricantes ofrecen champús y suavizantes de pelo sin SLS o parabenes, dándo una opción real a los estilistas y consumidores que desean protegerse. Aveda, Avalon Organics, Aubrey Organics, Dessert Essence Organics, Jason Natural Products y Simply Organic, entre muchos otros, usan extractos orgánicos vegetales para hacer la labor normalmente asignada a sustancias químicas sintéticas. Estos productos están fácilmente disponibles en los mercados de productos orgánicos y, crecientemente, en los supermercados tradicionales.

Los estudios que han tratado de probar conexiones entre los colorantes de cabellos, el cáncer, y los defectos de nacimiento no han producido resultados definitivos, aunque el Centro Nacional de Investigaciones Toxicológicas de la Dirección de Alimentos y Drogas (FDA) encontró que la mayoría de las tinturas de pelo en los estantes de supermercados para cabellos negros, rubios y pelirrojos contenían un carcinógeno bien conocido, 4-ABP. Además, según la FDA, algunos consumidores han reportado sensaciones de quemazón, enrojecimiento, picazón e hinchazón de la cara a causa de los tintes, a la vez de pérdida de pelo y dificultades de respiración. La FDA no regula los productos para cabellos, pero John Bailey, director del programa de colorantes y cosmética de la agencia, aconseja a los consumidores a “considerar la falta de seguridad demostrada” al seleccionar las tinturas de pelo.

La mayoría de los expertos en cuidados de cabello están de acuerdo que el no usar ningún colorante es la manera más segura en cuestiones de salud. Por su parte, los profesionales que tiñen el cabello deberían usar guantes gruesos de plástico, una máscara protectora contra las emanaciones, y dentro de lo posible programar sus labores de teñimiento de pelo con bastantes descansos entre estos servicios para limitar la exposición a estas sustancias. Los consumidores, por su parte, deberían buscar los agentes colorantes naturales y menos tóxicos. Muchas dfe las firmas listeadas anteriormente manufacturan también colorantes totalmente naturales; otras marcas ppulares incluyen EcoColors, Naturtint, y la línea de Clairol Castings. Las genas, que están disponibles en la mayoría de los salones de belleza, son también una opción temporal que no representa riesgos.

CONTACTOS: FDA Oficina de Cosmética y Colorantes.

 

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